01/12/2019 Santa Florencia de Poitiers, virgen.

Santos: Eloy, obispo y confesor, Patrono de joyerías y platerías. Nahúm, profeta; Próculo, obispo y mártir; Evasio, Teocleto, Leoncio, Castriciano, Agerico o Airy, obispos; Ansano, Natalia, Landoaldo, Amancio, confesores; Lucio, Rogato, Cándida, Casiano, Diodoro, Mariano, mártires; Edmundo Campion, Roberto Southwell y compañeros mártires; Florencia, virgen.

Santa Florencia de Poitiers, virgen.

Su leyenda cuenta que, cuando San Hilario de Poitiers, volvió de su exilio de Asia Menor, donde había sido desterrado por el emperador filoarriano Constancio, pasó por Isauria, donde conoció a Florencia. Era esta jovencísima, y al encontrar a Hilario, se echó a sus pies para pedirle que le bautizara, le instruyera y la condujera al cielo. Hilario la bautizó y la llevó consigo a Arlés, donde la puso bajo el cuidado de Santa Triaise, otra joven que igualmente, el santo habría traído de Oriente consigo.

Nació en Francia y era hija de un colono romano que se estableció con su familia en Asia Menor, a lo largo de la vía que desde Frigia conducía a Seleucia. Se narra que cuando San Hilario la encontró en su viaje a Seleucia, éste iba a celebrar el Sínodo de los Orientales del 359.

Se cree que Florencia vivió como ermitaña en Comblé (Vienne). Murió con 29 años, a inicios de diciembre del año 367. Sus reliquias se veneraron en su ermita hasta el siglo XI, cuando fueron trasladadas a la catedral de Poitiers. En 1562 los herejes hugonotes las profanaron y las esparcieron, pero algunas pocas pudieron rescatarse y aún son veneradas en dicha catedral.

En Francia hay dos localidades llamadas Saint-Florence, en Gironda y en Vandeé.