Jueves Santo: Día del amor fraterno.

Continuando con el resumen sobre como han discurrido las procesiones de nuestra querida Semana Santa, me centro en esta ocasión en las que desfilaron el Jueves Santo.

El cansancio acumulado de la procesión del miercoles, me hizo reposar mas de lo habitual. Sera que voy para «viejo».

Fuí con unos amigos cofrades a ver la procesión de Jesús camino del Calvario. La estuvimos viendo en Portales. Transcurrio con total normalidad, con el respeto de unos feligreses deseosos de ver la procesión. Tras verla pasar frente a la plaza de San Agustin, al fondo de la calle, se atisbaba a los hermanos de las Siete Palabras y el Silencio, desfilando con su Cristo Yacente, en busca de una indultada. Fué en torno a las nueve de la noche, cuando desde el juzgado, salía la mujer a la que el Cristo Yacente, concedió el indulto. Solo decir, que en esta ocasión tardó un poco mas de lo habitual en salir, motivo que desconozco por qué. Tras rendirle la banda honores, transcurrió el desfile procesional por el recorrido habitual.

Tras un breve descanso, fui a ver salir a los cofrades del Descendimiento de Cristo. Sobre esta procesión, destaco el momento tan intimo que se vive en el hospital, en el momento en que los portadores bailan magistralmente el paso, ya que lo bailan hacia adelante y hacia atras. Destacar tambien la participación de la banda de la Flagelación, que con motivo de sus cuarenta años, fueron invitados a participar en este desfile penitencial.

Tras recorrer el casco viejo por Rua Vieja y Sagasta, llegaron a la plaza del mercado, donde ya estaba preparada la cofradía de María Magdalena para realizar su salida, y proceder a este otro encuentro entre ambos pasos.

Una vez que vi salir a la Magdalena, ya me recogí para casa tras haber pasado un Jueves Santo duro.

Un fraternal saludo.