Inicio Foros Formación cofrade Evangelio Dominical y Festividades Evangelio domingo 22/12/2019 4º de Tiempo Adviento Ciclo A

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  • #11217
    Anónimo
    Inactivo

    Jesús nacerá de María, desposada con José, hijo de David.

    Lectura del santo Evangelio según San Mateo

    La generación de Jesucristo fue de esta manera: María, su madre, estaba desposada con José y, antes de vivir juntos, resultó que ella esperaba un hijo por obra del Espíritu Santo.

    José, su esposo, que era justo y no quería difamarla, decidió repudiarla en privado. Pero, apenas había tomado esta resolución, se le apareció en sueños un ángel del Señor que le dijo: «José, hijo de David, no temas acoger a María, tu mujer, porque la criatura que hay en ella viene del Espíritu Santo. Dará a luz un hijo, y tú le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de los pecados».

    Todo esto sucedió para que se cumpliese lo que había dicho el Señor por medio del profeta:

    «Mirad: la Virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrá por nombre Emmanuel, que significa «Dios-con-nosotros»».

    Cuando José se despertó, hizo lo que le había mandado el ángel del Señor y acogió a su mujer.

    Palabra del Señor.

    #12993
    Anónimo
    Inactivo

    Con un poco de retraso dejo los comentarios al Evangelio.

    ¿NO NECESITAMOS A DIOS ENTRE NOSOTROS?

    Hay una pregunta que todos los años me ronda desde que comienzo a observar por las calles los preparativos que anuncian la proximidad de la Navidad: ¿Qué puede haber todavía de verdad en el fondo de esas fiestas tan estropeadas por intereses consumistas y por nuestra propia mediocridad?

    No soy el único. A muchas personas las oigo hablar de la superficialidad navideña, de la pérdida de su carácter familiar y hogareño, de la vergonzosa manipulación de los símbolos religiosos y de tantos excesos y despropósitos que deterioran hoy la Navidad.

    Pero, a mi juicio, el problema es más hondo. ¿Cómo puede celebrar el misterio de un «Dios hecho hombre» una sociedad que vive prácticamente de espaldas a Dios, y que destruye de tantas maneras la dignidad del ser humano?

    ¿Cómo puede celebrar «el nacimiento de Dios» una sociedad en la que el célebre profesor francés G. Lipovetsky, al describir la actual indiferencia, ha podido decir estas palabras: «Dios ha muerto, las grandes finalidades se extinguen, pero a todo el mundo le da igual, esta es la feliz noticia»?

    Al parecer, son bastantes las personas a las que les da exactamente igual creer o no creer, oír que «Dios ha muerto» o que «Dios ha nacido». Su vida sigue funcionando como siempre. No parecen necesitar ya de Dios.

    Y, sin embargo, la historia contemporánea nos está obligando ya a hacernos algunas graves preguntas. Hace algún tiempo se hablaba de «la muerte de Dios»; hoy se habla de «la muerte del hombre». Hace algunos años se proclamaba «la desaparición de Dios»; hoy se anuncia «la desaparición del hombre». ¿No será que la muerte de Dios arrastra consigo de manera inevitable la muerte del hombre?

    Expulsado Dios de nuestras vidas, encerrados en un mundo creado por nosotros mismos y que no refleja sino nuestras propias contradicciones y miserias, ¿quién nos puede decir quiénes somos y qué es lo que realmente queremos?

    ¿No necesitamos que Dios nazca de nuevo entre nosotros, que brote con luz nueva en nuestras conciencias, que se abra camino en medio de nuestros conflictos y contradicciones?

    Para encontrarnos con ese Dios no hay que ir muy lejos. Basta acercarnos silenciosamente a nosotros mismos. Basta ahondar en nuestros interrogantes y anhelos más profundos.

    Este es el mensaje de la Navidad: Dios está cerca de ti, donde tú estás, con tal de que te abras a su Misterio. El Dios inaccesible se ha hecho humano y su cercanía misteriosa nos envuelve. En cada uno de nosotros puede nacer Dios.

    José Antonio Pagola

    También el de Kamiano.

    TIEMPO DE ACOGER

    José nos regala el bastón de la fe, de la confianza. Él que entró en el misterio de Dios y todo se le cambió, nos muestra con su experiencia lo que es una vida abierta al amor. Porque fue precisamente amor y confianza en María, lo que le llevaron a crecer con saltos de altura en esa fe que ahora él nos transmite.

    Figuras de la hondura y sencillez de José, nos hablan más con el ejemplo que con los discursos. Que el bendito carpintero de Nazaret, papá de Jesús, nos ayude a nosotros a apoyarnos en lo que realmente importa.

    Jesús se acerca. ¡Estemos atentos! Acojamos el Amor como José y María. Acoger es confiar, saber que Dios está en medio de todo lo que nos ocurre. Y que su plan es, ha sido y será el AMOR.

    Dibujo: Patxi Velasco FANO

    Texto: Fernando Cordero sscc

    Fraternalmente.

    #19046
    Anónimo
    Inactivo

    Con un poco de retraso dejo los comentarios al Evangelio.

    ¿NO NECESITAMOS A DIOS ENTRE NOSOTROS?

    Hay una pregunta que todos los años me ronda desde que comienzo a observar por las calles los preparativos que anuncian la proximidad de la Navidad: ¿Qué puede haber todavía de verdad en el fondo de esas fiestas tan estropeadas por intereses consumistas y por nuestra propia mediocridad?

    No soy el único. A muchas personas las oigo hablar de la superficialidad navideña, de la pérdida de su carácter familiar y hogareño, de la vergonzosa manipulación de los símbolos religiosos y de tantos excesos y despropósitos que deterioran hoy la Navidad.

    Pero, a mi juicio, el problema es más hondo. ¿Cómo puede celebrar el misterio de un «Dios hecho hombre» una sociedad que vive prácticamente de espaldas a Dios, y que destruye de tantas maneras la dignidad del ser humano?

    ¿Cómo puede celebrar «el nacimiento de Dios» una sociedad en la que el célebre profesor francés G. Lipovetsky, al describir la actual indiferencia, ha podido decir estas palabras: «Dios ha muerto, las grandes finalidades se extinguen, pero a todo el mundo le da igual, esta es la feliz noticia»?

    Al parecer, son bastantes las personas a las que les da exactamente igual creer o no creer, oír que «Dios ha muerto» o que «Dios ha nacido». Su vida sigue funcionando como siempre. No parecen necesitar ya de Dios.

    Y, sin embargo, la historia contemporánea nos está obligando ya a hacernos algunas graves preguntas. Hace algún tiempo se hablaba de «la muerte de Dios»; hoy se habla de «la muerte del hombre». Hace algunos años se proclamaba «la desaparición de Dios»; hoy se anuncia «la desaparición del hombre». ¿No será que la muerte de Dios arrastra consigo de manera inevitable la muerte del hombre?

    Expulsado Dios de nuestras vidas, encerrados en un mundo creado por nosotros mismos y que no refleja sino nuestras propias contradicciones y miserias, ¿quién nos puede decir quiénes somos y qué es lo que realmente queremos?

    ¿No necesitamos que Dios nazca de nuevo entre nosotros, que brote con luz nueva en nuestras conciencias, que se abra camino en medio de nuestros conflictos y contradicciones?

    Para encontrarnos con ese Dios no hay que ir muy lejos. Basta acercarnos silenciosamente a nosotros mismos. Basta ahondar en nuestros interrogantes y anhelos más profundos.

    Este es el mensaje de la Navidad: Dios está cerca de ti, donde tú estás, con tal de que te abras a su Misterio. El Dios inaccesible se ha hecho humano y su cercanía misteriosa nos envuelve. En cada uno de nosotros puede nacer Dios.

    José Antonio Pagola

    También el de Kamiano.

    TIEMPO DE ACOGER

    José nos regala el bastón de la fe, de la confianza. Él que entró en el misterio de Dios y todo se le cambió, nos muestra con su experiencia lo que es una vida abierta al amor. Porque fue precisamente amor y confianza en María, lo que le llevaron a crecer con saltos de altura en esa fe que ahora él nos transmite.

    Figuras de la hondura y sencillez de José, nos hablan más con el ejemplo que con los discursos. Que el bendito carpintero de Nazaret, papá de Jesús, nos ayude a nosotros a apoyarnos en lo que realmente importa.

    Jesús se acerca. ¡Estemos atentos! Acojamos el Amor como José y María. Acoger es confiar, saber que Dios está en medio de todo lo que nos ocurre. Y que su plan es, ha sido y será el AMOR.

    Dibujo: Patxi Velasco FANO

    Texto: Fernando Cordero sscc

    Fraternalmente.

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