La Anunciación del Señor

  “ALMA REDEMPTORIS MATER” En un día como éste, encuentra especial sentido la antigua antífona mariana. “Alma Redemptoris Mater”: “Ante la admiración de cielo y tierra, engendraste a tu santo Creador, y permaneces siempre virgen. Recibe el saludo del ángel Gabriel y ten piedad de nosotros pecadores”. EL MISTERIO DE LA ENCARNACIÓN En la planta baja de la Basílica de la Anunciación de Nazaret se encuentra la cueva de la Anunciación, uno de los lugares más atrayente para el cristiano y que está revestido de una asombrosa sencillez y pobreza. Una inscripción grabada sobre el mármol del frontal del altar…

Ver más La Anunciación del Señor

Y la Madre de Dios es mía, porque Cristo es mío

La Iglesia Católica quiere comenzar el año 2025, celebrando esta Fiesta Solemne y pidiendo la protección de la Santísima Virgen María. Es la fiesta mariana más antigua que se conoce en Occidente. Es la fiesta de la mismísima “Madre de Dios».   «Y fueron presurosos y encontraron a María y a José y al niño reclinado en el pesebre. Al verlo, reconocieron las cosas que les habían sido anunciadas sobre este niño. Y todos los que lo oyeron se maravillaron de cuanto los pastores les habían dicho. María guardaba todas estas cosas ponderándolas en su corazón. Y los pastores regresaron,…

Ver más Y la Madre de Dios es mía, porque Cristo es mío

Salve, Virgen Reina

La Iglesia celebra el 22 de agosto la Festividad de la Bienaventurada y Santísima Virgen María como Reina Madre. Reina por ser Madre de Jesús, Rey del Universo y por lo tanto Reina de todo lo creado. Dicha festividad fue instituida por el Papa Pío XII, en 1955 para venerar a María como Reina igual que se hace con su Hijo, Cristo Rey, al final del año litúrgico. A Ella le corresponde no sólo por naturaleza sino por mérito el título de Reina Madre.   Salve, Virgen Reina. Dios te salve, Reina y Madre de misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra;…

Ver más Salve, Virgen Reina

San Pedro y San Pablo, columnas de la fe cristiana

Pedro (Simón) y Pablo (Saulo) son apóstoles, testigos de Jesús que dieron un gran testimonio. Se dice que son las dos columnas del edificio de la fe cristiana. Dieron su vida por Jesús y gracias a ellos el cristianismo se extendió por todo el mundo. Los cadáveres de San Pedro y San Pablo estuvieron sepultados juntos por unas décadas, después se les devolvieron a sus sepulturas originales. En 1915 se encontraron estas tumbas y, pintadas en los muros de los sepulcros, expresiones piadosas que ponían de manifiesto la devoción por San Pedro y San Pablo desde los inicios de la…

Ver más San Pedro y San Pablo, columnas de la fe cristiana

¡La salvación es de nuestro Dios, que está sentado en el trono, y del Cordero!

Alegraos y regocijaos, porque vuestra recompensa será grande en el cielo. Lectura del santo Evangelio según San Mateo En aquel tiempo, al ver Jesús el gentío, subió al monte, se sentó y se acercaron sus discípulos; y, abriendo su boca, les enseñaba diciendo: «Bienaventurados los pobres en el espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. Bienaventurados los mansos, porque ellos heredarán la tierra. Bienaventurados los que lloran, porque ellos serán consolados. Bienaventurados los que tienen hambre y sed de la justicia, porque ellos quedarán saciados. Bienaventurados los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia. Bienaventurados los limpios de corazón,…

Ver más ¡La salvación es de nuestro Dios, que está sentado en el trono, y del Cordero!

«Sígueme. Él se levantó y lo siguió»

EL EVANGELIO DE HOY, LLEVA SU PROPIO NOMBRE Y NOS REFIERE LA ESCENA DE SU VOCACIÓN. Lectura del Santo Evangelio Según San Mateo 9, 9-13 En aquel tiempo, cuando Jesús salió de allí y al pasar cerca, vio Jesús a un hombre llamado Mateo sentado al mostrador de los impuestos, y le dijo: “Sígueme”. Él se levantó y lo siguió. Y estando en la casa, sentado a la mesa, muchos publicanos y pecadores, que habían acudido, se sentaban con Jesús y sus discípulos. Los fariseos, al verlo, preguntaron a los discípulos: “¿Cómo es que vuestro maestro come con publicanos y…

Ver más «Sígueme. Él se levantó y lo siguió»