06/02/2019 San Melis de Ardagh, obispo.

Santos: Pablo Miki y compañeros protomártires de Japón; Mateo Correa Megallanes, sacerdote y mártir; Dorotea y Teófilo, Saturnino, Revocata, Antoniano, Julián, mártires; Guarino, cardenal; Amando, Melis, Silvano, obispos; Amancio, Gelasio, Ina, confesores.

San Melis (Meles, Mael, Mel) de Ardagh, obispo.

Todos los relatos de la vida de San Melis (Mael) enfatizan su vinculación con otros santos, especialmente con los dos patronos principales de Irlanda: San Patricio y Santa Brígida de Kildare. No se sabe exactamente dónde y cuándo nació Melis, pero sí se ha conservado el nombre de su padre, Conis o Chonis, y de su madre, Darerca. Santa Darerca era hermana de San Patricio, y es conocida como «madre de santos», ya que todos sus hijos (diecisiete varones y dos mujeres) entraron en la vida religiosa, todos fueron reconocidos (en las tradiciones populares) como santos, y todos los varones fueron obispos.

Melis y sus hermanos Melchu, Munis y Rioch acompañaron a su tío Patricio a Irlanda, y lo ayudaron en sus trabajos misionales. Melis y su hermano Melchu fueron consagrados obispos por el propio Patricio. Luego de que Patricio fundara la diócesis de Ardagh, colocó a Melis como obispo del lugar, aunque según la Vida de Santa Brígida, Melis no tuvo sede fija durante todo su ministerio, y más bien actuó como obispo itinerante en la misión y evangelización.. Obrando de conformidad con el precepto apostólico, Melis trabajaba con sus propias manos, y lo que se ganaba más allá de lo estrictamente necesario para su sustento, lo daba a los pobres.

Durante algún tiempo vivió junto a su tía Lupait, y algunos levantaron calumnias contra ellos. El propio Patricio juzgó el asunto, y se dice que el santo demostró su inocencia realizando el milagro de pescar un pez en el terreno en el que estaba arando. San Patricio los encontró inocentes, pero les recomendó vivir y orar lejos uno del otro, para evitar el escándalo y a San Melis le recomendó que en la tierra arara y pescara en el agua. Este milagro explica que en la imaginería de San Melis, aparezca con un pescado en la mano.

El hecho más significativo en la vida del obispo fue su consagración de Santa Brígida como abadesa. La tradición cuenta que llegado el momento, el obispo se equivocó y leyó las palabras de consagración de un obispo, en vez de una abadesa; San Maccaille se lo reprochó, pero el santo respondió que su error había sido cosa del Espíritu Santo, y que lo dicho, dicho estaba, por lo que Santa Brígida gozaría de dignidad episcopal. El episodio es confuso, pero es cierto que el prestigio del cargo abacial de Santa Brígida hizo que se entendiera que tenía jurisdicción episcopal, y los obispos de Irlanda acostumbraron presentar su cargo ante Kildare, hasta que el sínodo de Kells abolió la costumbre en el año 1152.

Hay un cierto conjunto de confusiones en torno a la vida de San Melis, incluyendo la posibilidad de que él y Melchu sean la misma persona. Melis recibió un arraigado culto en Longford, de donde fue el primer abad-obispo de un rico monasterio que floreció por siglos. La catedral de Longford está dedicada a San Melis. Un báculo que se cree que perteneció a él se encontró en el siglo XIX en Ardagh, cerca de la antigua catedral de San Melis. El báculo se conserva en el Colegio de San Melis, en un relicario de bronce decorado en oro y piedras.