Muy poquito sabemos de nuestros santos mártires de hoy. Sus nombres significan Soberano y Primero, para Primo y Dado por Dios para Donato. 
Eran dos diáconos africanos, que en la fortaleza de Lemelléfa (fr.: Lémelé, arb.: Djemila) en Mauritania, intentaron defender el altar de la iglesia católica de Lavallum (forma latina de la población) frente al ataque destructor de los donatistas, pero fueron 
lapidados y así ejecutados por los herejes en la misma iglesia, en el año 362.