Vivió en el siglo IX, nacido en Vlora (Albania) y perteneció como lector, para el clero de la ciudad de Aulona Iliria, de donde era original. Durante una violenta persecución pagana trató de salvar los muebles de la iglesia y se refugió en un lugar seguro, a cinco kilómetros de la ciudad, hacia el mar. El joven diácono llevó consigo el copón con la Eucaristía y huyó a Montesardo. Perseguido, fue alcanzado y asesinado por odio a la fe cristiana. Tuvo tiempo para consumir las Sagradas Hostias para no exponerlas a la profanación. 
El lugar del martirio es una estela de mármol, que está a unos 200 metros del pueblo que lleva su nombre, donde fue alcanzado por los paganos, y quienes lo obligaron a sacrificar a Dioniso como el dios del vino empleador. Proclamando abiertamente su fe en Cristo como Aquel que creó el mundo y todo lo que hay en el mundo, le rasgaron en pedazos con espadas y lo arrojaron al mar.