Santos: Inés de Montepulciano, Heliena, Hildegunda, vírgenes; Teótimo, Marcelino, Lutardo, obispos; Sulpicio, Domingo de Leonisa, confesores; Vicente, Domnino, Marcelino, Teodoro, Serviliano, Víctor, Zótico, Zenón, Acindino, Cesáreo, Acindina, Severiano, Cristóforo, Teonás y Antonino, Alberto niño, mártires; Marciano, Hardouino, monjes; Zaqueo el publicano.
Santa Heliena, virgen.
Nació en Laurino, Salerno, a inicios del siglo VI.
Siendo jovencita, se escondió a 8 km de su ciudad natal, en una gruta en la localidad de Pruno, donde murió después de 21 años de vida eremítica, en el año 530.
Su cuerpo fue primero transportado a Pesto, después pasó a propiedad de Margarita, mujer del rey Carlos II de Anjou. Margarita lo donó a San Eleazario de Sabrán, el conde de Ariano, quien, a su vez, lo donó a la catedral de Ariano Irpino. Permaneció allí, y en 1622, el cuerpo era sepultado bajo el altar mayor en una urna de madera negra. La mayor parte de las reliquias fueron donadas por el obispo de Ariano, Trotta, en 1882, a Laurino, la ciudad natal de Heliena, donde la santa es muy venerada.
La ciudad festeja a su santa el 22 de mayo, el 18 de agosto y el 29 de junio. Donde estaba la casa natal se erigió la iglesia de la ciudad, dedicada a la santa.