Nuestro santo de hoy, era Armenio de nacimiento, y predicó el evangelio en Spoleto. 
Consagrado obispo por Su Santidad el Papa San Marcelino, fue enviado a Trevi en Umbría, donde ya existía una comunidad cristiana. 
Durante la persecución de Diocleciano, cuando se negó a ofrecer sacrificios a los ídolos y por ello, lo ataron a un árbol seco que reverdeció y floreció. Fue condenado a morir en el circo con las fieras, pero éstas le respetaron. Cuando intentaron decapitarlo, el verdugo no pudo, hasta que una voz del cielo lo llamó y murió en Bovara en el año 304. 
Es el patrón de Trevi.