Inicio Foros Formación cofrade Evangelio Dominical y Festividades Evangelio del 4º Domingo de Pascua 12/05/2019 Ciclo C

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  • #10945
    Anónimo
    Inactivo

    «Yo doy la vida eterna a mis ovejas.»

    Lectura del santo Evangelio según San Juan

    En aquel tiempo, dijo Jesús:

    «Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco, y ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna; no perecerán para siempre, y nadie las arrebatará de mi mano.

    Lo que mi Padre me ha dado es más que todas las cosas, y nadie puede arrebatar nada de la mano de mi Padre.

    Yo y el Padre somos uno».

    Palabra del Señor

    #12972
    Anónimo
    Inactivo

    Os dejo los comentarios al Evangelio del domingo.

    ESCUCHAR Y SEGUIR A JESÚS

    Era invierno, Jesús andaba paseando por el pórtico de Salomón, una de las galerías al aire libre, que rodeaban la gran explanada del Templo. Este pórtico, en concreto, era un lugar muy frecuentado por la gente pues, al parecer, estaba protegido contra el viento por una muralla.

    Pronto, un grupo de judíos hacen corro alrededor de Jesús. El diálogo es tenso. Los judíos lo acosan con sus preguntas. Jesús les critica porque no aceptan su mensaje ni su actuación. En concreto, les dice: «Vosotros no creéis porque no sois de mis ovejas». ¿Qué significa esta metáfora?

    Jesús es muy claro: «Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco; ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna». Jesús no fuerza a nadie. Él solamente llama. La decisión de seguirlo depende de cada uno de nosotros. Solo si le escuchamos y le seguimos, establecemos con Jesús esa relación que lleva a la vida eterna.

    Nada hay tan decisivo para ser cristiano como tomar la decisión de vivir como seguidor o seguidora de Jesús. El gran riesgo de los cristianos ha sido siempre pretender serlo, sin seguir a Jesús. De hecho, muchos de los que se han ido alejando de nuestras comunidades son personas a las que nadie ha ayudado a tomar la decisión de vivir siguiendo sus pasos.

    Sin embargo, esa es la primera decisión de un cristiano. La decisión que lo cambia todo porque es comenzar a vivir de manera nueva la adhesión a Cristo y la pertenencia a la Iglesia: encontrar, por fin, el camino, la verdad, el sentido y la razón de la fe cristiana.

    Y lo primero para tomar esa decisión es escuchar su llamada. Nadie se pone en camino tras los pasos de Jesús siguiendo su propia intuición o sus deseos de vivir un ideal. Comenzamos a seguirlo cuando nos sentimos atraídos y llamados por Cristo. Por eso, la fe no consiste primordialmente en creer algo sobre Jesús sino en creerle a él.

    Cuando falta el seguimiento a Jesús, cuidado y reafirmado una y otra vez en el propio corazón y en la comunidad creyente, nuestra fe corre el riesgo de quedar reducida a una aceptación de creencias, una práctica de obligaciones religiosas y una obediencia a la disciplina de la Iglesia.

    Es fácil entonces instalarnos en la práctica religiosa, sin dejarnos cuestionar por las llamadas que Jesús nos hace desde el evangelio que escuchamos cada domingo. Jesús está dentro de esa religión, pero no nos arrastra tras sus pasos. Sin darnos cuenta, nos acostumbramos a vivir de manera rutinaria y repetitiva. Nos falta la creatividad, la renovación y la alegría de quienes viven esforzándose por seguir a Jesús.

    José Antonio Pagola

    También el de Kamiano.

    EL RESUCITADO NOS LLEVA AL PADRE.

    Jesús Resucitado, alentado por el Espíritu Santo, nos conduce hacia el Padre que nos recibe con las puertas de su Corazón abiertas de par en par.

    Nadie arrebata de su mano a las ovejas. Jesús es custodio y Buen Pastor. Sus manos, las mejores manos. En lo cotidiano, Él nos acompaña con la alegría de la fe hasta que lleguemos al Padre, abrazo eterno, misericordia infinita.

    Estemos en las situaciones en las que estemos, el Buen Pastor se hace el encontradizo, en la espesa cotidianidad, para conducirnos al Amor de Dios. En esta esperanza, como Iglesia peregrina, nos movemos.

    Dibujo: Patxi Velasco FANO

    Texto: Fernando Cordero ss.cc.

    Fraternalmente

    #19025
    Anónimo
    Inactivo

    Os dejo los comentarios al Evangelio del domingo.

    ESCUCHAR Y SEGUIR A JESÚS

    Era invierno, Jesús andaba paseando por el pórtico de Salomón, una de las galerías al aire libre, que rodeaban la gran explanada del Templo. Este pórtico, en concreto, era un lugar muy frecuentado por la gente pues, al parecer, estaba protegido contra el viento por una muralla.

    Pronto, un grupo de judíos hacen corro alrededor de Jesús. El diálogo es tenso. Los judíos lo acosan con sus preguntas. Jesús les critica porque no aceptan su mensaje ni su actuación. En concreto, les dice: «Vosotros no creéis porque no sois de mis ovejas». ¿Qué significa esta metáfora?

    Jesús es muy claro: «Mis ovejas escuchan mi voz, y yo las conozco; ellas me siguen, y yo les doy la vida eterna». Jesús no fuerza a nadie. Él solamente llama. La decisión de seguirlo depende de cada uno de nosotros. Solo si le escuchamos y le seguimos, establecemos con Jesús esa relación que lleva a la vida eterna.

    Nada hay tan decisivo para ser cristiano como tomar la decisión de vivir como seguidor o seguidora de Jesús. El gran riesgo de los cristianos ha sido siempre pretender serlo, sin seguir a Jesús. De hecho, muchos de los que se han ido alejando de nuestras comunidades son personas a las que nadie ha ayudado a tomar la decisión de vivir siguiendo sus pasos.

    Sin embargo, esa es la primera decisión de un cristiano. La decisión que lo cambia todo porque es comenzar a vivir de manera nueva la adhesión a Cristo y la pertenencia a la Iglesia: encontrar, por fin, el camino, la verdad, el sentido y la razón de la fe cristiana.

    Y lo primero para tomar esa decisión es escuchar su llamada. Nadie se pone en camino tras los pasos de Jesús siguiendo su propia intuición o sus deseos de vivir un ideal. Comenzamos a seguirlo cuando nos sentimos atraídos y llamados por Cristo. Por eso, la fe no consiste primordialmente en creer algo sobre Jesús sino en creerle a él.

    Cuando falta el seguimiento a Jesús, cuidado y reafirmado una y otra vez en el propio corazón y en la comunidad creyente, nuestra fe corre el riesgo de quedar reducida a una aceptación de creencias, una práctica de obligaciones religiosas y una obediencia a la disciplina de la Iglesia.

    Es fácil entonces instalarnos en la práctica religiosa, sin dejarnos cuestionar por las llamadas que Jesús nos hace desde el evangelio que escuchamos cada domingo. Jesús está dentro de esa religión, pero no nos arrastra tras sus pasos. Sin darnos cuenta, nos acostumbramos a vivir de manera rutinaria y repetitiva. Nos falta la creatividad, la renovación y la alegría de quienes viven esforzándose por seguir a Jesús.

    José Antonio Pagola

    También el de Kamiano.

    EL RESUCITADO NOS LLEVA AL PADRE.

    Jesús Resucitado, alentado por el Espíritu Santo, nos conduce hacia el Padre que nos recibe con las puertas de su Corazón abiertas de par en par.

    Nadie arrebata de su mano a las ovejas. Jesús es custodio y Buen Pastor. Sus manos, las mejores manos. En lo cotidiano, Él nos acompaña con la alegría de la fe hasta que lleguemos al Padre, abrazo eterno, misericordia infinita.

    Estemos en las situaciones en las que estemos, el Buen Pastor se hace el encontradizo, en la espesa cotidianidad, para conducirnos al Amor de Dios. En esta esperanza, como Iglesia peregrina, nos movemos.

    Dibujo: Patxi Velasco FANO

    Texto: Fernando Cordero ss.cc.

    Fraternalmente

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