Inicio › Foros › Formación cofrade › Evangelio Dominical y Festividades › Evangelio Domingo 15/03/2020 3ª Semana de Cuaresma.
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10 marzo, 2020 a las 19:37 #11318
Anónimo
Inactivo«Un surtidor de agua que salta hasta la vida eterna.»Lectura del santo Evangelio según San JuanEn aquel tiempo, llegó Jesús a un ciudad de Samaria llamado Sicar, cerca del campo que dio Jacob a su hijo José; allí estaba el pozo de Jacob.
Jesús, cansado del camino, estaba allí sentado junto al pozo.
Era hacia la hora sexta.
Llega una mujer de Samaria a sacar agua, y Jesús le dice:
«Dame de beber».
Sus discípulos se habían ido al pueblo a comprar comida.
La samaritana le dice:
«¿Cómo tú, siendo judío, me pides de beber a mi, que soy samaritana?» (porque los judíos no se tratan con los samaritanos).
Jesús le contestó:
«Si conocieras el don de Dios y quién es el que te dice “dame de beber”, le pedirías tú, y él te daría agua viva».
La mujer le dice:
«Señor, si no tienes cubo, y el pozo es hondo, ¿de dónde sacas el agua viva?; ¿eres tú más que nuestro padre Jacob, que nos dio este pozo, y de él bebieron él y sus hijos y sus ganados?».
Jesús le contestó:
«El que bebe de esta agua vuelve a tener sed; pero el que beba del agua que yo le daré nunca más tendrá sed: el agua que yo le daré se convertirá dentro de él en un surtidor de agua que salta hasta la vida eterna».
La mujer le dice:
«Señor, dame esa agua: así no tendré más sed, ni tendré que venir aquí a sacarla. Veo que tú eres un profeta. Nuestros padres dieron culto en este monte, y vosotros decís que el sitio donde se debe dar culto está en Jerusalén»
Jesús le dice:
«Créeme, mujer: se acerca la hora en que ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre. Vosotros adoráis a uno que no conocéis; nosotros adoramos a uno que conocemos, porque la salvación viene de los judíos. Pero se acerca la hora, ya está aquí, en que los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y verdad, porque el Padre desea que lo adoren así. Dios es espíritu, y los que lo adoran deben hacerlo en espíritu y verdad.»
La mujer le dice:
«Sé que va a venir el Mesías, el Cristo; cuando venga, él nos lo dirá todo».
Jesús le dice:
«Soy yo, el que habla contigo.»
En aquel pueblo muchos creyeron en él. Así, cuando llegaron a verlo los samaritanos, le rogaban que se quedara con ellos. Y se quedó allí dos días. Todavía creyeron muchos más por su predicación, y decían a la mujer:
«Ya no creemos por lo que tú dices; nosotros mismos lo hemos oído y sabemos que él es de verdad el Salvador del mundo».
Palabra del Señor.13 marzo, 2020 a las 18:59 #13003Anónimo
InactivoOs dejo los comentarios a este Evangelio. ALGO NO VA BIEN EN LA IGLESIALa escena ha sido recreada por el evangelista Juan, pero nos permite conocer cómo era Jesús. Un profeta que sabe dialogar a solas y amistosamente con una mujer samaritana, perteneciente a un pueblo impuro, odiado por los judíos. Un hombre que sabe escuchar la sed del corazón humano y restaurar la vida de las personas.
Junto al pozo de Sicar, ambos hablan de la vida. La mujer convive con un hombre que no es su marido. Jesús lo sabe, pero no se indigna ni le recrimina. Le habla de Dios y le explica que es un «regalo»: «Si conocieras el don de Dios, todo cambiaría, incluso tu sed insaciable de vida». En el corazón de la mujer se despierta una pregunta: «¿Será este el Mesías?».
Algo no va bien en nuestra Iglesia si las personas más solas y maltratadas no se sienten escuchadas y acogidas por los que decimos seguir a Jesús. ¿Cómo vamos a introducir en el mundo su evangelio sin «sentarnos» a escuchar el sufrimiento, la desesperanza o la soledad de las personas?
Algo no va bien en nuestra Iglesia si la gente nos ve casi siempre como representantes de la ley y la moral, y no como profetas de la misericordia de Dios. ¿Cómo van a «adivinar» en nosotros a aquel Jesús que atraía a las personas hacia la voluntad del Padre revelándoles su amor compasivo?
Algo no va bien en nuestra Iglesia cuando la gente, perdida en una oscura crisis de fe, pregunta por Dios y nosotros le hablamos del control de natalidad, el divorcio o los preservativos. ¿De qué hablaría hoy con la gente aquel que dialogaba con la samaritana tratando de mostrarle el mejor camino para saciar su sed de felicidad?
Algo va mal en nuestra Iglesia si la gente no se siente querida por quienes somos sus miembros. Lo decía san Agustín: «Si quieres conocer a una persona, no preguntes por lo que piensa, pregunta por lo que ama». Oímos hablar mucho de lo que piensa la Iglesia, pero los que sufren se preguntan qué ama la Iglesia, a quiénes ama y cómo los ama. ¿Qué les podemos responder desde nuestras comunidades cristianas?
José Antonio PagolaTambién el de Kamiano
CUARESMA, CAMINAR SEDIENTOS EN BUSCA DE AGUA VIVA.A la samaritana le cambia la mirada su encuentro con Jesús. Algo se ha iluminado para siempre en su historia, en su rostro, en sus ojos.
Cuando nos encontramos con Cristo, a la vera del pozo que sacia nuestra sed, terminamos transformados. Ella ya no volverá a ser la misma. Su pasado quedó superado, ahora comienza una nueva etapa, en la que se irradia la luz.
Dejemos en este tiempo de Cuaresma espacio para el encuentro con el Señor, de calidad. La oración, la adoración, la contemplación del misterio de Jesús que camina hacia la Cruz, nos pueden ayudar en esta nueva manera de mirar y de estar en el mundo. Para luego anunciar, como la samaritana, con Quien nos hemos encontrado.
No olvidemos: Cuaresma es caminar sedientos buscando el agua viva.
Dibu: Patxi Velasco FanoTexto: Fernando Cordero sscc
13 marzo, 2020 a las 18:59 #19056Anónimo
InactivoOs dejo los comentarios a este Evangelio. ALGO NO VA BIEN EN LA IGLESIALa escena ha sido recreada por el evangelista Juan, pero nos permite conocer cómo era Jesús. Un profeta que sabe dialogar a solas y amistosamente con una mujer samaritana, perteneciente a un pueblo impuro, odiado por los judíos. Un hombre que sabe escuchar la sed del corazón humano y restaurar la vida de las personas.
Junto al pozo de Sicar, ambos hablan de la vida. La mujer convive con un hombre que no es su marido. Jesús lo sabe, pero no se indigna ni le recrimina. Le habla de Dios y le explica que es un «regalo»: «Si conocieras el don de Dios, todo cambiaría, incluso tu sed insaciable de vida». En el corazón de la mujer se despierta una pregunta: «¿Será este el Mesías?».
Algo no va bien en nuestra Iglesia si las personas más solas y maltratadas no se sienten escuchadas y acogidas por los que decimos seguir a Jesús. ¿Cómo vamos a introducir en el mundo su evangelio sin «sentarnos» a escuchar el sufrimiento, la desesperanza o la soledad de las personas?
Algo no va bien en nuestra Iglesia si la gente nos ve casi siempre como representantes de la ley y la moral, y no como profetas de la misericordia de Dios. ¿Cómo van a «adivinar» en nosotros a aquel Jesús que atraía a las personas hacia la voluntad del Padre revelándoles su amor compasivo?
Algo no va bien en nuestra Iglesia cuando la gente, perdida en una oscura crisis de fe, pregunta por Dios y nosotros le hablamos del control de natalidad, el divorcio o los preservativos. ¿De qué hablaría hoy con la gente aquel que dialogaba con la samaritana tratando de mostrarle el mejor camino para saciar su sed de felicidad?
Algo va mal en nuestra Iglesia si la gente no se siente querida por quienes somos sus miembros. Lo decía san Agustín: «Si quieres conocer a una persona, no preguntes por lo que piensa, pregunta por lo que ama». Oímos hablar mucho de lo que piensa la Iglesia, pero los que sufren se preguntan qué ama la Iglesia, a quiénes ama y cómo los ama. ¿Qué les podemos responder desde nuestras comunidades cristianas?
José Antonio PagolaTambién el de Kamiano
CUARESMA, CAMINAR SEDIENTOS EN BUSCA DE AGUA VIVA.A la samaritana le cambia la mirada su encuentro con Jesús. Algo se ha iluminado para siempre en su historia, en su rostro, en sus ojos.
Cuando nos encontramos con Cristo, a la vera del pozo que sacia nuestra sed, terminamos transformados. Ella ya no volverá a ser la misma. Su pasado quedó superado, ahora comienza una nueva etapa, en la que se irradia la luz.
Dejemos en este tiempo de Cuaresma espacio para el encuentro con el Señor, de calidad. La oración, la adoración, la contemplación del misterio de Jesús que camina hacia la Cruz, nos pueden ayudar en esta nueva manera de mirar y de estar en el mundo. Para luego anunciar, como la samaritana, con Quien nos hemos encontrado.
No olvidemos: Cuaresma es caminar sedientos buscando el agua viva.
Dibu: Patxi Velasco FanoTexto: Fernando Cordero sscc
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