Al pie de la Cruz

Estaba la Madre dolorosa junto a la Cruz llorosa en que pendía su Hijo injustamente agredido. En su alma gimiente, contristada y doliente apenada y entristecida la espada fue hiriente. ¡Oh, cuán triste y afligida estuvo aquella bendita Madre del Ungido Mesías Unigénito de Dios. Languidecía y se dolía a los pies del madero la piadosa Madre que veía las penas de su excelso Hijo. ¿Qué hombre no lloraría si a la Madre de Cristo viera sollozante triste y dolida viendo tanto suplicio? ¿Quién no se entristecería a la Madre contemplando entregar a su hijo a tal doliente escarnio? Por…

Ver más Al pie de la Cruz

Flagelado y coronado de espinas

Los peores malhechores sufrían este tormento al que lo mando Pilatos pensando calmar al pueblo y también exasperado al interrogar a Cristo y conocer que aquel hombre era además un Justo. Atado por las muñecas completamente desnudo, a Jesús fijan a un poste, poste de mediana altura; sus espaldas encorvadas presentan un plano fácil de manera que los golpes, no sea ni uno perdido. El castigo lo ejecutan hombres muy fuertes y rudos manejando con destreza el espantoso flagelo, que era un látigo formado por largas tiras de cuero que tenían insertados pequeños trozos de hueso rematando a su final…

Ver más Flagelado y coronado de espinas

«Aguardad aquí y velad conmigo»

Despues de cenar y de cantar el salmo, Jesús y los apóstoles salieron para el monte de los Olivos. Jesús les dijo: Esta noche vais a caer todos por mi causa, porque está escrito: «Heriré al pastor y se dispersarán las ovejas del rebaño.» Pero cuando resucite, iré antes que vosotros a Galilea. Pedro replicó: Aunque todos caigan por tu causa, yo jamás caeré. Jesús le dijo: Te aseguro que esta noche, antes que el gallo cante tres veces, me negarás.  Pedro le replicó: Aunque tenga que morir contigo, no te negaré. Y lo mismo decían los demás discípulos. Entonces…

Ver más «Aguardad aquí y velad conmigo»

«Si sabrá la primavera»

  Si sabrá la primavera que la estamos esperando… Si se atreverá a cruzar nuestros pueblos despoblados, colgando en nuestros balcones la magia de sus geranios. Si dejará su sonrisa esculpida en nuestros campos, pintando nuestros jardines de verde, de rojo y blanco. Si sabrá la primavera que la estamos esperando… Cuando llegue y no nos vea ni en las calles ni en los barrios, cuando no escuche en el parque el paso de los ancianos, o el bullicio siempre alegre de los chiquillos jugando. Si creerá que equivocó la fecha del calendario, la cita que desde siempre la convoca…

Ver más «Si sabrá la primavera»

«Alégrate, Jerusalén»

«Laetare. Ierusalem, et conventum facite, omnes qui diligitis eam. Guadete cum laetitia, qui in tristitia fuistis; ut exsultetis et satiemini ab uberibus consolationis vestrae». «Alégrate, Jerusalén, y que se congreguen cuantos la aman. Compartan su alegría los que estaban tristes. Vengan a saciarse con su felicidad». Traducción al castellano no literal   La Cuaresma es un tiempo penitencial, de oración, ayuno y limosna, donde el color litúrgico es el púrpura o morado. Entretanto, tenemos, en el transcurso de éste tiempo penitencial, un momento de júbilo donde el color litúrgico pasa del púrpura al rosa. Es el llamado “Domingo Laetare”, o…

Ver más «Alégrate, Jerusalén»

San José, padre terrenal de Jesús

José de Nazaret fue el esposo de María, la madre de Jesús de Nazaret y, por tanto, padre terrenal de Jesús. Según los Evangelios, era artesano carpintero de oficio, profesión que habría enseñado a su hijo, de condición humilde, aunque San Mateo y San Lucas lo presentan como perteneciente a la estirpe del Rey David. Se ignora la fecha de su muerte, aunque se acepta que José de Nazaret murió cuando Jesucristo tenía ya más de 12 años pero antes del inicio de su predicación. Se llega a esta aceptación pues en el evangelio de San Lucas (2: 41-50) menciona…

Ver más San José, padre terrenal de Jesús